Una mujer toda la vida ayudó a los perros callejeros. Lo que hicieron por ella en el día de su funeral fue conmovedor.
Margarita Suárez era una mujer modesta de Mérida en México. No trabajaba para ninguna organización que ayudase a los animales. No tenía dinero, de hecho tenía tan poco que le costaba aguantar hasta otro mes. Y a pesar de todo, nunca negó a ayudar a un animal. Todas las mañanas a su puerta se acercaban por lo menos veinte gatos. Y cuando la doña Margarita salía de casa, siempre llevaba consigo algo de comer para los animales callejeros.
En marzo del año pasado la mujer se mudó a Cuernavaca para recuperar su salud. Ahí también ayudaba a los animales. Por desgracia, su estado empeoró y la doña Margarita murió. Sus familiares y amigos se fueron a la iglesia para despedirla.
Patricia Urrutia, su hija, cuenta que el día 15 de marzo de 2015 a la funeraria iban perro tras perro. Al principio la mujer pensó que los trabajadores de este lugar ayudan a tantos perros, pero pronto se dio cuenta de que todos los animales entraron a dónde su madre. Además, los trabajadores no sabían nada de ello.
Cuando todos se fueron a la iglesia, los perros hicieron lo mismo.
Patricia está segura que son los mismos perros cuales ayudaba su madre. Los animales se fueron cuando el cuerpo de doña Margarita estaba preparado para incinerar. La familia no sabe cómo los perros supieron la fecha del funeral. Todos estaban conmovidos viendo el amor de parte de los animales.
La familia no sabe cómo los perros supieron la fecha del funeral.
Los perros querían despedirse de alguien muy importante para ellos, quién les ayudaba durante toda su vida.
Al principio la gente pensó que los trabajadores de este lugar ayudan a tantos perros, pero pronto se dio cuenta de que todos los animales entraron a dónde su madre.