Los bebés finlandeses no duermen en las cunas. Duermen en las cajas de cartón...
En Finlandia muchísimos recién nacidos duermen bien, pero no en las cunas. Sus padres les tumban en las cajas de cartón. Esto suena un poco raro, pero esta es una de las tradiciones favoritas de los finlandeses.
Las cajas son dibujadas con flores y otros diseños bonitos, además son bastante prácticas ya que ocupan menos sitio que una cuna. Dichas cajas son regalos del gobierno o, para ser concretos, de su organización de los seguros sociales “Kela”. Se la dan a todas las madres, da igual religión, raza o posición social.
Sin embargo no regalan sólo la caja. Dentro hay una ropa universal (es decir, no importa si es para un chico o chica), pañales, cosméticos para recién nacidos, un juego de ropa de cama para bebés y un colchón del tamaño perfecto para la caja. Con todo esto, ya se tiene primera cama para el niño y,además, unas cosas básicas para cuidarlo.
No hace falta elegir una caja. Sí, sí, el gobierno finlandés deja a sus ciudadanos elegir entre una caja o 140 euros para “buen comienzo”. Y ¡ojo! 95% de los padres prefieren la caja de cartón como un regalo. Uno de los padres lo explicó así en un foro: “¡No podía esperar hasta abrir la caja! Sentía que alguien nos cuida y quiere que nuestro hijo tenga una bonita bienvenida”.
La tradición de las cajas empezó en 1938 y al principio se concentraba en las familias pobres. En 1949 empezaron a regalar las cajas ya a todos los padres.
Lo interesante es que dicha caja de cartón tiene una función más. ¡Cuida la salud de la madre y de su bebé! ¿Cómo es posible? El caso es que para obtener este regalo, una madre tiene que pedir la cita al médico. Gracias a los exámenes médicos bajó el porcentaje de las muertes de los recién nacidos. En hecho, en Finlandia este porcentaje es uno de los más bajos en el mundo.
Las cajas son bonitas y como podéis ver, se duerme muy bien dentro de ellas.
A los padres les cuesta esperar el día de poder abrir la caja.
Dentro encuentran todo lo necesario para su hijo.
La idea de los finlandeses es muy buena, al fin y al cabo a todo el mundo le gusta recibir los regalos.