Una pequeña panda conoce a su mamá. ¡Es un encuentro maravilloso!
En el zoo Taipei en Taiwán nació una panda. En teoría no es nada espectacular que nazcan los animales, pero este es un caso extraordinario dado que los pandas son una especie casi extinta, entre otros por los problemas con la reproducción. Y es más difícil todavía reproducirlas fuera de su ambiente natural, por ejemplo en un zoo. Sin embargo, esta panda muy dulce es un buen ejemplo de que todo es posible. Merece la pena añadir que durante los últimos diez años en todo el mundo nacieron sólo varias decenas de estos grandes mamíferos. Y el caso es que el nacimiento es sólo el comienzo de los problemas... El recién nacido tiene que estar separado de su madre, normalmente para deciocho meses. Eso nos puede parecer muy brutal, pero se trata de la seguridad del animalito. Hay riesgo de que su propia madre le mataría sin querer o que le comería... Es suficiente mencionar que un cría de panda pesa 1/900 del peso de la madre. Por suerte, el amor materno no termina, ¡sólo mirad la alegría de ambas pandas! Es muy agradable ver algo así.