En China durante un festival matan más o menos 10 mil perros y gatos. ¡No adivináis quién fue el único que protestó!
Doña Yang vive en pobreza, pero no arrepiente nada. Siente que hace lo que debería hacer y el agradecimiento y el amor de sus animales son el mejor premio.
¿No os parece que vale la pena hablar sobre este festival bárbaro? Quizá finalmente las autoridades dejen de organizarlo.