Estaba muriéndose, pero no paraba de andar. Lo que vas a ver en las fotos, es increíble.
Después del día lleno de emociones, toca dormir.
La verdad es que la gente le hizo daño, pero también la gente le salvó. ¡Qué suerte que no falten buenas personas en este mundo!
Merece la pena compartir la historia de Kelsey. Y también merece la pena ayudar a los animales que encontramos en nuestro camino.