Una niña de 2 años dibujaba algo en el papel. Un rato después su madre intentó cambiarlo en una obra de arte. ¿Creéis que lo hizo con éxito?
A todos los padres les gusta pasar el tiempo con su hijo jugando de manera creativa. Ruth Osterman juega con su hijita no sólo con mucha alegría, sino también con el profesionalismo. El caso es que la artista canadiense crea sus cuadros basándose en los dibujos de su niña, Eve.
¡En nuestra opinión es una idea genial! Las dos pasan tiempo juntas y haciendo cosas muy lindas e ingeniosas. Bueno, sinceramente Ruth nos impresionó bastante. No es nada fácil convertir las líneas caóticas en forma concreta y bella. ¡Y ella lo hace!
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