Este ilusionista se bebió el contenido de la copa y después invitó al escenario a su novia. ¡Nadie sospechaba lo que iba a hacer! Y mucho menos ella...
El trabajo de ilusionistas consiste en sorprender a la gente. Sin embargo Neil Henry hizo algo que sorprendió incluso a su propia novia.
No podemos deciros demasiado para no estropear el efecto, pero suponemos que la mayoría de vosotros se emocionará igual que la amada de Neil. Por cierto, realmente fue un buen truco,¿no?