Cometió un error cuál le costó la vida. Ahora su madre quiere advertir a los demás.

La vida de un chico de 19 años, Connor Reid Eckhardt, se acabó de repente después de tomar una decisión equivocada. El chico se compró una droga sintética en la farmacia y después de tomar una dosis, perdió el sentido y cayó en coma. Estaba en la UCI y varios aparatos le mantuvieron con vida. Por desgracia, después de pasar cuatro días los médicos enunciaron la muerte del cerebro.



Connor ya no está con nosotros pero dejó una triste verdad sobre las drogas sintéticas. No fue la primera víctima de estas sustancias cuales se puede comprar legalmente. Después de su muerte, la madre del muchacho prometió hacer todo lo posible para que ninguna madre tenga que sobrellevar la muerte de su hijo por una razón así. La mujer fundó la organización The Connor Project Foundation. Dicha organización educa y desarrolla el conocimiento de la sociedad sobre el tema de las drogas sintéticas. La madre de Connor espera que gracias a educación menos gente use esta droga tan peligrosa.



La mujer escribió también estas palabras muy conmovedoras: “¡Quiero otra vez poder coger tu mano Connor! Cuando naciste, tus pequeños dedos cogieron los míos. Un bebé... Tan dulce e inocente. Te esperábamos tantos años, fuiste un regalo de Dios. Parecía que en un sólo cerrar y abrir los ojos tuvieramos que devolverte. Ni siquiera pudieramos cruzar nuestras manos ya que tu cerebro dejó de funcionar. La droga sintética “Spice” se llevó tu vida. Ninguna otra droga ni alcohol estaban en tu organismo. TOMAD LAS MANOS DE VUESTROS HIJOS. Por favor, conoced la verdad sobre las drogas sintéticas y compartidla con vuestros hijos. El propósito de The Connor Project Foundation es aumentar la conciencia de la sociedad sobre este tipo de droga y a la vez reducir el número de las personas que quieren probarla.



El problema más grave es que las drogas sintéticas son muy fáciles de conseguir y los jovenes no saben lo peligroso que es tomarlas. Se producen en laboratorios provisionales sin ningún control, a menudo contienen compuestos poco conocidos. Tienen muchos nombres pero deberían llamarse VENENO.



Probablemente Connor, como muchos más, no se daba cuenta del riesgo. Con cada día se oye más historias sobre la gente que se encuentra en los hospitales después de tomar la droga sintética. Y hay muchísimos efectos secundarios como la parálisis, episodios nerviosos, convulsiones, insuficiencia de los riñones, infarto del miocardio, inflamación cerebral o incluso la muerte, como en el caso de Connor.