Oyó unos ladridos llegando de debajo de la acera... ¡Tomó las cosas en sus propias manos!
Esta situación tuvo lugar en Rusia. Los vecinos de un edificio tenían que esperar mucho tiempo para que arreglasen la acera delante de la entrada a su casa. Cuando finalmente vinieron los obreros, la gente se alegró mucho. Sin embargo los hombres no tenían muchas ganas de trabajar, hacían todo lentamente... ¡Mejor!
El caso es que de repente se oyó unos ladridos debajo de la nueva acera. ¿¡Cómo fue posible no ver a un perro?! No sabemos qué opinar sobre estos obreros... Por suerte, al animal no le pasó nada. En serio, estas cosas pasan sólo en Rusia.