Una madre no podía parar de llorar sujetando en sus manos la cabeza de su hijito... ¡6 horas más tarde ocurrió algo casi imposible!
¡Por suerte sucedió otro milagro! El niño sobrevivió a la operación. Durante otras 8 semanas tendrá que usar una construcción especial de metal para que las vértebras se formen bien. Los expertos no están seguros si Jackson podrá moverse fácilmente pero ya puede respirar por sí sólo y es una buena señal. En teoría un niño de 16 meses no debería sobrevivir un accidente tan fuerte...
Como podéis ver, el niño intenta recuperar su salud. Sigue sonriendo y puede contar con su familia. Su madre seguro que tendrá remordimientos hasta el fin de su vida... No queremos juzgarla pero a través de su historia podemos tener una lección para el futuro: si conducimos, tenemos que concentrarnos solamente en el camino.