Cuando los obreros miraban a la ventana en el noveno piso, cada vez algo les pinchaba en el corazón...
Travis y Greg le hicieron una sorpresa y por eso escribieron en la máquina un mensaje...
Le desearon que se mejorase. ¡Y no es todo de sorpresas agradables!
Los dos se fueron a visitarla. Travis Barnes dijo que se siente soberanamente feliz sabiendo que su trabajo puede alegrarle la vida a alguien. Y añadió con lágrimas en los ojos que él también tiene hijos...