Parece una cesta llena de ositos de peluche pero si se mira fijamente...
Da igual si se trata de un niño o de un adulto: ¡todos quieren los ositos de peluche! Nos recuerdan la infancia, tiempos de diversión, amistades... Cada uno de nosotros tenía su querido osito de peluche, ¿verdad? Supuestamente incluso tenía su propio nombre.
Parece que no sólo a nosotros nos gustan estos juguetes. Este mono suricato se había tumbado entre ellos. ¿Cuánto tiempo tardastéis en encontrarla?