Cuando murió su marido, esta mujer invitó a su casa a un sin techo. Si piensas que esta mujer está loca, te equivocas mucho.
Sus familiares y amigos le miraban como a una loca... ¿Quién invita a su casa unos desconocidos? Y ella tuvo una respuesta bellísima a todos los incrédulos...
Dijo que “si se tiene de sobra, no hace falta poner los muros más altos sino la mesa más grande.”
La ayuda desinteresada por parte de la viuda es digna de respeto. Salvó a un chico de doce años del orfanato y dio a su padre una oportunidad de arreglar su vida y la vida de su hijo.