Dibujó algo sobre su mano. No adivinas por qué un rato más tarde a su casa llegó la policía.
Una mujer desesperada escuchó sobre una nueva campaña social. Su situación era tan difícil que la mujer quiso intentarlo... Dibujó en su mano un punto negro e hizo una foto. Luego la mandó a un funcionario social. Lo que pasó más tarde, cambió su vida.
El marido de esta mujer no paraba de pegarla e insultarla. La mujer fue humillada incluso cuando a su lado estaban sus cuatro hijos. Estaba muy avergonzada por todo eso... Por suerte, gracias a una campaña social, pudo pedir ayuda sin usar palabras.
Es suficiente dibujar en una mano un punto negro. El tamaño y la cantidad de los puntos significan el nivel del peligro que corre la mujer.
Puede parecer raro pero las víctimas de la violencia doméstica tienen miedo de hablar sobre sus experiencias traumáticas. A veces no tienen a quién pedir ayuda o pedirla puede costarles mucho si el agresor se da cuenta con quién están hablando por el teléfono... ¡Y por eso la idea de dibujar puntos negros es muy buena!