Parecían gemelas normales pero entonces un médico reveló a la madre de las niñas un hecho que le dejó en shock.
En el año 1996 Crystal Copeland esperaba a su primer hijo. Su alegría era doble ya que tenía mellizos. Por desgracia, su gran alegría pronto se convirtió en miedo. La vida de sus hijitas corría peligro.
Las hermanas estaban unidas por sus pechos y tenían el mismo hígado. Es lo más típico en los casos de gemelos siemeses. Sin embargo, hace 20 años una operación de separar a los siemeses era muy arriesgada...
Por suerte Emily y Caitlyn nacieron sin complicaciones por cesárea. El problema fue otro... La operación de separar sus cuerpos. ¡Fue el primer caso así en Texas!
Aplazaron la operación hasta que los médicos dijeron que no sería peligrosa para las niñas. Los bebés tenían ya diez meses. Todo pasó muy bien y lograron separar los cuerpos de Emily y Caitlyn pero esto se une con una historia increíble.