Su perro le arrastró al lago. ¡Cuando el hombre vio lo que estaba flotando ahí, se quedó horrorizado!
¡Milagrosamente 48 horas más tarde pasó algo increíble! Alexander se despertó del coma y... no le estaba pasando nada malo. Fue uno de los pocos casos cuando el cerebro no fue dañado.
Los padres de Alexander no tienen dudas: su hijo sigue vivo gracias a Leala. ¡El chiquillo no podría soñar con una niñera mejor! Le debe la vida.