Este labrador apareció en un juicio para apoyar a una chiquilla que fue abusada sexualmente.
En Canadá tuvo lugar una situación inusual. Por primera vez le dejaron entrar en un juicio a un perro. Este labrador tiene siete años y fue un apoyo para una niña que tuvo que dar testimonio de lo que había pasado viendo cara a cara al hombre que le hizo daño.
De acuerdo con la ley, las personas menores de edad pueden entrar a un juicio con una persona cercana a su lado para sentir un apoyo emocional. Esta vez hicieron una excepción. Caber, como se llama el perro, fue lo que necesitaba la niña.
La pequeña (no se sabe sus datos personales para protegerla) todo el tiempo estaba acariciando al perro y abrazándole. Esto le permitía sentirse más segura y protegida en la hora de hablar sobre lo sucedido.
¿Qué opináis de esta idea? Nosotros creemos que todas las maneras de ayudar a un niño que sufrió algo tan traumático sea bueno.