Si pensáis que los animales se sienten incómodos poniéndoles ropa, mirad estas fotos.
En el año 2008 Jan Brown de Inglaterra tenía 52 años y quiso cambiar algo en su vida. A la mujer le interesa mucho el punto. Empezó a vender sus bufandas, suéteres etc. Por desgracia, su pequeña empresa no daba dinero así que tuvo que cerrarla. Seguía trabajando fija. Sin embargo, no quería dejar su pasión. Es más, quería unirla con su gran amor hasta los lebreles.
La señora Brown empezó a hacer suéteres para los lebreles de una perrera que está cerca de su casa.
En el 2012 la mujer ya tenía muchísimos pedidos para bufandas, abrigos y suéteres caninos. Finalmente pudo dejar su trabajo y hacer lo que le gusta más.
Jan no sólo gana dinero gracias al punto, sino también ayuda a los perros que están en las perreras por toda Inglaterra.