Trajeron al portero al gimnasio. Apenas entró, no pudo contener las lágrimas.
Desde hace años el señor Patton trabaja de portero en un colegio de Nashville en Estados Unidos. A él le gusta mucho su trabajo y cree que lo que hace es muy importante. Los niños deben estudiar en un lugar limpio y seguro. También intenta mejorar el ánimo de los alumnos. Dice que ver tantas caras sonriendo le hace sentirse bien. Por ser tan amable con todos, los profesores y los alumnos querían mostrarle su agradecimiento. Bajo un pretexto le llamaron al gimnasio dónde le dijeron gracias de manera muy bonita.
A menudo encontramos en nuestra vida las personas que con su trabajo intentan mejorar el mundo . Merece la pena decirles gracias.