Una niña de dos años perdió una mano. Sus padres no sabían que otra cosa más le hacía falta...
Scarlett y su hermano Kayden fueron con sus padres a la perrera. Cuando la chiquilla vio a Holly ya sabía que serían las mejores amigas. Las dos pasaron por la misma operación...
Nos alegramos que los padres de Scarlett no hayan separado a su hija de los animales. La niña necesita el amor y dulzura de esta gatita. ¡Y Holly encontró su propia casa!