¡Nunca he pensado en hacer un suelo de ESO! ¡Se ve genial!
Bueno, ya todos sabemos que las reformas en casa cuestan bastante. Para ahorrar un poquito podemos intentar unos trucos bastante originales. Uno de ellos es renovar el suelo usando... bolsas de papel. ¿Suena como una broma? ¡Para nada! Sólo mirad el efecto.
Se necesita:
-muchísimas bolsas de color marrón o unos rollos de papel para envolver,
-barniz para madera,
-mucho pegamento para papel,
-pintura de poliuretano,
-un rodillo para pintar o una esponja,
-un cubo.
Primero hay que limpiar bien el suelo. Lo importante es que el suelo tiene que tener una ligera textura así que por si acaso se puede usar una lijadora (¡pero luego habrá que limpiar el suelo otra vez!). Luego rasgamos el papel en trozos más bien grandes y los arrugamos un poquito para que se parezcan a piedra. Los pasos siguientes los tenéis abajo.
Todo depende del tipo de suelo. Si es suelo de concreto, hay que mezclar agua con pegamento en las mismas proporciones. Si es de madera, 75% de agua y 25% de pegamento. Pasamos la mezcla sobre el suelo usando un rodillo o una esponja. Luego ponemos un trozo de papel sobre el pegamento y añadimos un poquito de pegamento encima del papel.
Lo repetimos empezando por los bordes hasta cubrir bien todo el suelo. ¡Ojo! Los trozos de papel tienen que superponerse.
Después dejamos el papel para que se seque. Luego toca sellar el suelo con barniz para madera. Si os gusta el color natural del papel, es suficiente usar un barniz transparente.