Estaba en el trabajo cuando le llamó su esposa. Hasta el final de su vida se va a arrepentir por no contestar.
El caso fue que cuando paseaba con su bebé y su perro, Jessica tropezó con algo y perdió el equilibrio. Se fracturó unos huesos y se hizo daño en ambos tobillos. No lo pasaría tan mal sin intentar proteger a su hijo. Le cubrío con su propio cuerpo para que no se hiciese daño contra el empedrado.
A Tad le cuesta encontrar palabras para decirle a su esposa cuánto la aprecia. Dijo que teniendo 42 años por primera vez experimenta lo que significa ser padre, pero nunca igualará a Jessica. Es ella quién primero piensa en su bebé y luego en su propia seguridad. Es como todas las madres deben ser, muy cariñosa y por eso se merece todo lo mejor.
Merece la pena recordar que la familia es más importante que el trabajo.