Mirad qué creó una madre para su hija. ¡Increíble!
El fregadero está hecho de un molde gastado y un dosificador de jabón líquido.
También usó unos tapones de frascos.
Y aquí tenéis el resultado. Se ve que la pequeña cocinera está muy contenta y entretenida.
Sea lo que sea, debe darnos alegría. ¡Y la alegría de un niño es el mejor premio!