Una ardilla subió al hombro de este hombre, pero fíjaos en sus patas...
Normalmente las ardillas no se acercan a la gente y si lo hacen, muestran mucha desconfianza. Sin embargo esta vez tenemos una sorpresa para vosotras.
Conoced al señor Tadeusz Lubiarz de Szczecin, una ciudad polaca, y a su ardilla llamada Pitka.
El hombre encontró a Pitka durante un paseo con sus perros. La ardilla cayó de un árbol y parecía que no sobreviviría. Don Tadeusz llevó a Pitka a su casa y le cuidó. Al principio le daba de comer leche de cabra. Ahora los dos son inseparables. Pitka no quiere volver al bosque, prefiere estar con su salvador. A menudo los dos pasean por el parque. ¡Tenéis que verlo!
Es otra historia hermosa sobre una amistad increíble de un animal rescatado y su salvador. Siempre hay que ser bueno con los animales. ¡Pásadlo a los demás!