Un niño con una muñeca despertó la risa de otros niños en la parada de autobuses, pero cuando vi para quién llevaba esta muñeca, me puse a llorar.
Los niños pueden ser crueles y a pesar de que es sólo un anuncio, muestra esta verdad de una manera conmovedora. Un niño que está esperando el autobús llevando en sus brazos una muñeca, despierta las burlas de parte de otros niños. Incluso le golpean... Pero a él le da igual todo. Va con la muñeca y otras cositas “de chicas” al hospital y la sonrisa de esta persona que está esperando sus regalos significa para él más que los comentarios de sus compañeros.
Leibniz hizo un anuncio bellísimo, ¿verdad? Además, sus galletas aparecen de una manera tan sutil que fácilmente se puede perder este detalle concentrándose en lo que quiere decir el video.
A pesar de que es sólo un anuncio, nos hace reflexionar, ¿verdad?