Cuando un señor mayor murió, unos socorristas encontraron en su piso algo que nunca habían visto.
A veces el amor para los animales no permite pensar de una manera razonable y este es un ejemplo perfecto. Un señor mayor de Texas no podía decirle no a su mascota cuando le pedía unas golosinas. ¡Cuando este señor murió, los socorristas no esperaban ver esto en su piso!
El gordo Vincent, como lo llamaron, pesaba 17 kilógramos, su nivel de colesterol estaba peligrosamente alto, tenía problemas con la columna vertebral y articulaciones.
El perro no podía moverse, rápidamente se cansaba.
Por suerte la veterinaria Melissa Anderson le ayudó. Primero le puso a dieta y empezó con ejercicios en el agua: no cargan las articulaciones.