Una oca buscó a estos policías y... les llevó a dónde estaba su descedencia en apuros.
El policía James Givins de Cincinnati grabó una situación poco corriente. Estaba en el coche patrulla con su compañera cuando oyeron un ruido... Una oca estaba tocando con su hocico en la puerta del coche. James le dio algo de comer, pero ella no paraba de hacer unos sonidos raros. Además, se alejaba unos pasos solamente para volver a ellos. Los policían pensaron que ella actuó igual que los perros cuando quieren enseñar algo a sus dueños y... ¡Así fue!
El caso es que su descedencia tuvo mala suerte y se enganchó en algo parecido a unos chicles. No podían andar y por eso necesitaban ayuda de parte de los humanos.
Por suerte, esta vez todo terminó bien, pero tenemos que recordar que la basura debe estar en un contenedor y no en la calle: ¡hay que pensar también en los animales!