Cuando entraba a casa, su esposa le ignoraba. Quería cambiarlo y por eso le hizo esta pregunta...
Cada mañana le hacía una pregunta. Después de dos semanas, cuando le preguntó de nuevo, sus ojos se llenaron de lágrimas...
Las apariencias engañan y la vida de Richard Paul Evans lo confirma. Parece un hombre feliz, tiene cinco hijos, es un escritor famoso y cada de sus libros tiene éxito. Sin embargo, desde hace muchos años su matrimonio no era feliz. Ahora comparte la historia de su matrimonio en uno de sus libros.
Su hija mayor, Jenna, confesó que cuando era niña tenía mucho miedo. Pensaba que sus padres se divorciarían. Cuando tenía 12 años empezó a pensar que si una pareja peleaba tanto debería divorciarse. Ahora dice que se siente feliz por ver a sus padres siguiendo juntos.
“Cuando pienso en cómo nos conocimos, no entiendo bien qué fue lo que nos atrajo uno al otro. Nuestras personalidades son totalmente distintas. Después de casarnos, las diferencias empezaron a molestarnos mucho. Cuando me convertí en una persona famosa y con dinero, eso no mejoró nuestras relaciones para nada. La tensión entre nosotros aumentaba y por eso cada viaje relacionado con mi trabajo era un gran alivio. Discutíamos tanto que con el tiempo eso se convirtió en nuestra normalidad. Se me olvidó que una relación podría ser diferente. Muchas veces estábamos al borde del divorcio y muchas veces hablábamos de ello. Todo cambió cuando me fui a promocionar mi último libro. Discutí con Keri por teléfono y ella cortó la llamada. Me sentía solo, enfadado y frustrado. Este fue mi límite...”