Cuando se dio cuenta que su potro no sobrevivió, se desesperó. Le ayudaron de una manera extraordinaria...
Los caballos son animales bellos y fuertes e igual que nosotros saben sentir emociones.
La yegua Zindita casi murió durante un parto. El destino la salvó, pero su potro no tuvo esta suerte... La yegua se desesperó como cualquier madre... Sin embargo en la vida cuando se cierra una puerta, se abre la otra...
La vida de Zindita corría peligro por que su potro estaba mal puesto en su seno. Cuando dio a luz a un potro muerto, se desesperó.
Dos días después de la tragedia que le pasó a Zindita otra yegua murió durante un parto. El potro se quedó sin madre, pero fue cuando los veterinarios pensaron en unirlo con la yegua que perdió su descendencia.
Cuando Zindita vio a un potro, de nuevo se despertó su instinto maternal. Aceptó a un potro de otra yegua.
La yegua le cuida mucho y no quiere perderlo de vista. Lo que pasa es que una actitud así no es tan normal en el caso de las yeguas.