Este niño encontró algo parecido a seis ratas gigantes detrás de una iglesia. Un año más tarde se ven totamente cambiadas.
Ken tiene mucha imaginación necesaria para tener su propia perrera y atraer a un montón de voluntarios. Su creatividad incluye los nombres de sus animales. Los cachorros le parecían bastante listos y por eso les nombró de una manera original...
El niño les puso los nombres de los científicos más famosos. A Einstein le gusta sacar la lengua igual que al físico. Newton es una perrita dulce y en la opinión de los voluntarios, Pascal se enamora fácilmente.
A todos les impresiona el trabajo de Ken. El niño estudia, tiene muchas actividades fuera del colegio y encima se preocupa por su perrera. Dice que es importante organizar bien el tiempo.