Durante muchos años se burlaban de él por su apariencia. Ahora es modelo y apoya a los niños que sufren la misma enfermedad que él.
La historia de Jono inspira no sólo a todos los enfermos, sino también a toda la gente no aceptada.
Jono tiene razón: ¡vale la pena creer en sí mismo! Os deseamos que tengáis mucha paciencia para soportar las peores críticas de los demás.
¡Es digno de admiración!