Este hombre se puso a reír en la parada de autobuses. ¡ Mira lo que sucedió luego!
¡ Y que nadie más te diga que no vale la pena reírse! Es un hecho: la risa es tan contagiosa como el bostezo! Por supuesto, cuando sonreímos, nos sentimos mucho mejor y por eso deberíamos sonreír todos los días.