Este perro sabe muy bien lo que quiere: ¡tienen que acariciarle este lugar preciso o... hace ESTO!
Los perros saben tener un mal genio y comunicar sus necesidades bien claro. Es suficiente mirar al perro de la grabación. Está contento y tranquilo mientras su dueña le acaricia, pero bajo una condición...
Su dueña tiene que acariciarle la barriga. Si la chica quiere acariciar otra parte, el perro ya sabe cómo corregir su gran error.
Sabe luchar por lo suyo, ¿no?
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