Cuando los médicos iban a desconectar los aparatos que sostenían la vida de este paciente, su padre sacó una pistola. ¡Fue cuando el chico con muerte cerebral hizo algo que les dejó mudos a todos!
Cuando vemos a nuestro ser querido en peligro, hacemos todo para ayudarle. La verdad es que ninguno de nosotros puede decir cómo reacconaría en tal caso. George Pickering estaba dispuesto a todo... Cuando su hijo de 27 años se encontró en el hospital después de sufrir una insolación grave, los médicos dieron el peor veredicto: la muerte cerebral. Sin intervención de su padre, George Junior ya estaría muerto.
Esta situación trágica ocurrió en enero del 2015. George Pickering Junior sufrió otra insolación. Esta vez los médicos se sentían impotentes. Dijeron que el cerebro de su paciente dejó de funcionar. Pidieron a los padres del chico que dieran el consentimiento para donar órganos. Sus padres se divorciaron. La madre de George firmó los papeles, pero su padre no tenía la menor intención de hacerlo.
El hospital iba a empezar el procedimiento después de obtener la firma de la madre de su paciente. Mientras tanto, el padre del chico salió corriendo del hospital y volvió lo más pronto posible... sujetando una pistola.
El señor mayor iba a disparar a todos que se acercarían a su hijo. Su segundo hijo le arrancó la pistola de la mano, pero George estaba bien preparado. Escondió otra pistola debajo de su camiseta. Esta vez no perimitió a nadie acercarse a él, ni a su propia familia. Esperando a la policía, George todo el tiempo sujetaba la mano de su hijo inconciente rezando por una señal de vida. George no creía que el cerebro de su hijo muriera. ¡Tuvo razón! Los médicos no creían a sus propios ojos...
