En la capital de Tailandia, Bangkok, un hombre vio a una perrita en la calle pidiendo algo de comer. Le dio un trozo de carne.
Se suponía que un perro medio muerto de hambre iba a comérselo en un abrir y cerrar de ojos, pero nada de eso. La perrita se alejó con la comida y volvió un rato más tarde pidiendo de nuevo.
Esta vez el hombre por si acaso grabó toda la situación y luego se fue detrás del animalito. ¡Sólo una piedra no se conmovería al verlo!