Un niño estaba dando de comer a un perro callejero. ¡Cuando un señor mayor lo vio, se detuvo para decirle ESTO!
En los tiempos de hoy a menudo se nos olvidan los detalles, pequeños gestos y acontecimientos sin gran importancia son los que pueden cambiar nuestras vidas para mejor. Después de leer esto vais a entenderlo.
Cuando un señor mayor se fue a andar como lo hacía todos los días, miraba a los demás sin prestarles ninguna atención. Durante todos estos años se acostumbró a ignorar a los sin techo, a los niños pobres, a los perros callejeros, en fin, a todos estos desgraciados que viven en las calles. Sin embargo esta vez todo fue distinto...
Esta vez el señor vio a un niño dando de comer a un perro sucio y esquelético. Compartía con el su propio bocadillo sentado en la acera. El hombre se sorprendió bastante ya que hacía tiempo que no veía nada parecido... Bueno, tampoco prestaba mucha atención a su alrededor. Sin saber bien por qué, se acercó al niño.
Con disgusto y algo sorprendido preguntó al chiquillo de qué servía dar de comer a este perro. La reacción del niño no pudo ser más dulce:
"Él no tiene nada, no tiene casa ni familia. Si no le ayudo, morirá. Yo lo tengo todo pues puedo compartirlo con él".
El hombre lo miró con asombro e incredulidad para decir un segundo más tarde con una voz amargada: