Dejó a su perro con unos desconocidos. Le mandaron un video y cuando vio lo que le hicieron al perro, se puso a llorar.
Cuando Peter vio la grabación que le había mandado un empleado orgulloso por el adiestramiento "profesional", llamó a la policía.
El caso fue que el entrenador no tenía ninguna formación adecuada para trabajar como adiestrador de perros.
Sky ya está con sus dueños, está sano y no tiene tanto miedo. ¡Hay que evitar este tipo de situaciones! Hay que asegurarnos con quién dejamos a nuestro perro.