Una burra literalmente grita para que alguien ayude a su hijo malherido. ¡Lo que pasa después es increíble!

Para todos los padres sus hijos son lo más importante del mundo. Lo mismo pasa con los animales. Cuando un pequeño burro fue atacado por unos animales salvajes y sufrió varias heridas, su madre no quería alejarse de él. El burrito pudo contar con la ayuda de parte de unos habitantes de un pueblo cercano. La gente lo cubrió con cúrcuma: se dice que eso ayuda a la hora de detener la pérdida de sangre. La burra se veía desesperada, no paraba de lamer a su burrito... Por suerte la gente llamó a una de las organizaciones que ayudan a los animales y todo terminó bien.

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