Me sorprendió verlo poniendo frutas en una bolsa llena de agua con gas. ¡Ahora hago lo mismo!
Con cada día hace más calor, pues nosotros tenemos más ganas de beber refrescos y comer helados y eso no es bueno para nuestra salud (ya ni hablar sobre nuestras figuras). Si los niños os dicen que les encantan las burbujas y sólo por eso quieren beber una coca-cola u otro refresco, podéis servirles... fruta gaseosa.
Lo único que necesitáis es:
- una bolsa con cierre hermético,
- fruta a elección (pero se recomienda elegir naranjas, manzanas, uvas, frambueas y arándonos),
- agua con gas (vale la pena comprar una con mucho gas).
Basta con poner la fruta lavada (no hace falta pelarla) en la bolsa, añadir agua y cerrar la bolsa. Luego lo dejamos en el refrigerador por 6-7 horas.
¡El efecto sorprenderá no sólo a los más pequeños! Comiendo la fruta vais a notar un cosquilleo muy agradable gracias a las burbujas... sin calorías. No hace falta añadir que es una buena idea para este verano, ¿verdad?
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