Una cosa es grabar a un aligátor. Mirad otra cosa que capturaron... sin darse cuenta de ello.
Cuando un aligátor, grande y peligroso, cruza el camino de los turistas, más vale dejarlo ir primero... El hombre de hoy seguro sacará su cámara y grabará toda la situación y en su casa notará un detalle algo importante...
Da miedo, ¿no?