Envolvieron a un cachorro sin patas en una bolsa de plástico. La razón conmueve.
Narciso era una perrita maltratada. La encontraron en una de las calles de San Francisco en una caja. Narciso tenía hambre, estaba asustada, además no podía protegerse porque no tiene patas delanteras. Por suerte, fue rescatada por unos voluntarios. Fue lo que cambió su vida.
Para ayudar a Narciso, los voluntarios la envolvieron en una bolsa de plástico para poder hacer una pieza fundida de su cuerpo. Gracias a ello pudieron construir un corsé especial.
¡Ahora Narciso puede moverse! Ya tiene su propia casa, sus dueños están enamorados de ella y con cada día se mueve con más facilidad.