¡Cuando el niño más alegre entró en el escenario, nadie esperaba acabar llorando por tanta emoción!
Merrick Hanna tiene solo 12 años, pero ya eligió su camino profesional. El niño quiere bailar y la verdad es que a pesar de su edad sabe reflejar con sus movimientos las emociones más profundas. Al fin y al cabo, todos lloraron viendo su actuación:
Su talento es increíble, ¿verdad? ¡Compartid su baile en Facebook!