Esta vaca muge de todas sus fuerzas cuando un hombre le mete dentro sus ambos brazos, pero cuando éste termina, ella por fin puede tumbarse en el suelo muy aliviada.
El parto nunca es una tarea ligera y por suerte estos ciclistas lo saben bien. Al ver a una vaca que no podía dar a a luz, se pararon para ayudar. El caso fue que tuvieron que girar al ternero que venía de nalgas. Sin ayuda de parte de esa gente el parto acabaría trágicamente.
¡Siempre vale la pena ayudar! Pásadlo a los demás.