La historia de este perro muestra que más vale tarde que nunca.
Cada perro quiere que le amen y le cuiden, pero por desgracia esta perrita de pitbull desde hace 8 años estaba en una perrera. Nadie quería adoptar a un perro viejo y “de raza peligrosa”. ¡Ahora todo cambió! Fue el último momento ya que Grandma Dot, como se llama la perrita, tiene cáncer.
Teniendo en cuenta su edad y condiciones físicas, Grandma Dot no puede ser operada. Los voluntarios de su perrera hicieron todo lo posible para ayudarle pasar sus últimos meses fuera... ¡Lo lograron! Jessica Miller, una de las nuevas voluntarias, adoptó a Grandma Dot.
Ahora la perrita duerme en la cama de su dueña, come su manjar favorito, y por primeza vez desde hace 8 años se siente amada. ¡En la página siguiente veréis un video que os conmoverá!