¡No tires cáscaras de pepinos! Esa plaga las teme como al diablo.
Las hormigas son útiles, pero nadie quiere tenerlas en su propia casa. Si tenéis ese problema y queréis deshaceros de los intrusos más molestos, os proponemos 10 trucos eficaces a la hora de “desalojamiento”...
1. Jugo de limón
El aroma de los cítricos irrita a las hormigas y por eso pierden su capacidad de comunicarse entre ellas. Basta con rociar sus caminos habituales con agua con jugo de limón o limpiarlos con un trapo mojado en dicha mezcla.
2. Cáscaras de pepinos
El olor de pepinos espanta a las hormigas. Además, las cáscaras contienen una sustancia que es un verdadero veneno para esos insectos. Dejad unas cáscaras en el lugar favorito de las hormigas y... el problema se resolverá.
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