Nació prematuro y tenía que ocurrir un milagro para que sobreviviera. ¡He aquí esté dicho milagro!
El 20 de julio de 2012, 4 días después de dar a luz a Ward, su madre Lyndsay pudo abrazarle por primera vez. Ward nació 3 meses y medio antes de la fecha y pesó menos que 700 gramos. Necesitaba un milagro para sobrevivir. Su madre no perdía la esperanza, ella estaba segura que su bebé mejoraría. No sin razón se dice que el amor materno es una de las fuerzas más potentes en este mundo...
Crearon este video para mostrar cuántos obstáculos tuvo que vencer Ward para poder vivir. Pasó en total 107 días en el hospital. Por suerte, todo acabó bien.El amor materno es bellísimo. Esta historia lo es también.