Esta esposa es muy lista... Lee la historia de cómo mostró a su marido una cosa importante.
Una tarde un marido volvió a casa después del trabajo y vio todo totalmente desordenado. Sus tres hijos estaban fuera, en el jardín, todavía vestidos con los pijamas. Estaban jugando con el barro. En el césped estaba un montón de bolsas y otras envolturas vacías de la comida. Las puertas del coche de su esposa estaban abiertas, igual que la puerta principal de casa. Sin embargo, el perro desapareció.
Cuando entró dentro, vio un desordén más grande todavía. La lámpara cayó al suelo. En el salón la tele tenía el volumen muy alto y por todas partes se veía juguetes y ropa.
En la cocina el fregadero estaba lleno de platos sucios, y la mesa estaba sucia desde el desayuno. La nevera se descongeló por estar abierta muchas horas. En el suelo se veía unos trozos de la comida del perro. El mismo tampoco estaba aquí. Bajo la mesa había algo de cristal, roto. Cerca de la puerta vi... una figura moldeada de arena y tierra.
Ya sin pensar, el hombre subió la escalera, chocando contra varios juguetes. Quiso encontrar a su mujer. Estaba preocupado, pensó que quizá estaría enferma o le sucedería algo grave.
En la puerta del cuarto de baño vio un pequeño charco de agua. Entró y vió aún más agua, y muchísimas toallas mojadas que olían a la espuma perfumada. Alrededor habían juguetes. Ni sabía que sus hijos tienen tantos... El papel higiénico también estaba por todo el baño, trozeado, y en las paredes y en el espejo se presentaban bonitos dibujos hechos por su descendencia con un dentífrico. O quizá varios.
Entró en el dormitorio y vio a su esposa. Estaba tumbada sobre la cama, todavía en pijama, leyendo un libro. Le miró con una sonrisa dulce y preguntó qué tal su día. Él la miró totalmente alucinado y pronunció sólo esta frase: ¿Qué pasa aquí?
¿La respuesta de su esposa?:
“Sabes, todos los días cuando vuelves del trabajo me preguntas qué había hecho durante todo el día. Pues hoy no lo he hecho”.
Si te gusta, comparte esta historia.