Un chico de 24 años muere en un accidente por la razón más estúpida que se puede imaginar.
Ya a nadie le sorprende ver personas jovenes (y mayores también...) mirando fijamente su móvil. Les da igual todo alrededor, ignoran las señales, no saben que está pasando en la calle. Además, escuchan la música muy alto, pues en realidad el mundo exterior no existe para ellos. Desgraciadamente, actuar así puede causar muchas situaciones peligrosas.
Os presentamos una campaña social que trata de dicho problema en su forma más brutal. Y eso no quiere decir que es una forma exagerada. Se nos ocurre una reflexión. A ver... Si este chico era tan tonto para para morir de la manera más estúpida, es su problema, pero ¿cómo se puede sentir el conductor? Él no hubiera podido reaccionar. Hasta el fin de su vida tendrá remordimientos por un muchacho que no era capaz de pensar en otra cosa que su móvil. Por su irresponsabilidad pagaron dos personas: él mismo, y el conductor.
Si crees que la conducta de muchos transeúntes deja mucho que desear, comparte este video con los demás como advertencia.