Muriendo por estar disparada varias veces hizo algo que le salvó la vida a su bebé. Esta mujer es una heroína.
Antoine era cada vez más agresivo, pero sólo usaba las palabras violentas. No usaba la agresión física, pero este día tan malo algo estalló dentro de él. Entró en casa de Jessica, empezó a gritarle y la mujer tenía que huir. Se fue tras ella persiguiéndola por todas partes de la casa. Jessica huía con Cobie en sus brazos y sujetando un palo de béisbol. Iba a usarlo en el caso de la violencia contra su hijita. Por desgracia, el palo no significaba nada contra una pistola cuál tenía Antoine.
A Jessica le entró el pánico. Se encerró en el baño con Cobie, pero ahí no estaban más seguras. El hombre furioso forzó la puerta y probablemente ciego por la furia, disparó varias veces a su mujer. Jessica tapó a Cobie con su propio cuerpo. Tenía miedo que Antoine también le disparara a su hija, pues la cogió en sus brazos y la metió dentro del inodoro. Luego se tumbó sobre la chiquilla. Murió en esta posición. Jessica sacrificó los últimos momentos de su vida para proteger lo que quería más: a su hija.
Antoine no le hizo daño a la niña. No se sabe si se acordaba de la presencia de Cobie, si estaba en shock después de matar a su mujer. No sabemos nada ya que acto seguido el hombre se suicidó.