Estaba muriéndose, pero no paraba de andar. Lo que vas a ver en las fotos, es increíble.
No podemos entender por qué la gente les deja sufrir tanto a sus propias mascotas. ¿Para qué adoptan a un perro y luego le echan a la calle? Así fue en el caso de Kelsey. Moriría sin ayuda de la buena gente.
Kelsey iba sin parar. No tenía nada para comer, buscaba algo en la basura para no morir de hambre, bebía el agua sucia del río, le quemaba el sol. Además, se puso enferma, le infectaron los parásitos. En este estado tan lamentable le encontraron los de la organización que ayuda a los animales callejeros.
No estaban seguros de poder salvarle, pero no se dieron cuenta de una cosa. El perro que tenía fuerza para andar aunque estaba hambriento y cansado, luchará por su salud. Y más entre la gente que le mostró buen corazón.
Al principio Kelsey no confíaba en nadie y no le gustaba nada estar en el coche. Bueno, es normal. Los perros abandonados recuerdan que viajar en el coche terminó su vida junto con su querido dueño. El hombre se fue y el perro se quedó solo.